"No, no. Un poquito más lejos. Es allá", gritó Olivia. "Corre más, que ya estamos por llegar". A lo lejos se visualizaban...flores; millares de flores, las cuales susurraban la llegada de un ser extraño. Él la llevaba como si no pesara, como si ni siquiera estuviera allí. Y ella tan cómoda como sea posible en su espalda... contemplando sus sueños de vez en cuando y despertando para ver el momento de llegar. Él, con su piel de unicornio joven y vívido. Sus patas fuertes como el metal... y su cuerno irradiaba luz y esperanza. Podía iluminar kilómetros y kilómetros. Por último y no menos importante, el cabello. El cabello desprendía colores, que se despojaban a medida que las tocaba el viento y que enamoraban a cualquier ser. Su paso veloz parecía acercarla más. Pero cuanto más deseaba llegar, menos lo hacía... y más se dormía. Y las flores que alguna vez pudo ver, se alejaron más; y su camino terminó en una eterna atadura hacia los sueños...pasando toda su vida en la espalda de su unicornio; y éste seguía corriendo y corriendo y corriendo, tan rápido como podía. Ambos estaban perdidos; ambos se perdieron en el camino eterno. Ambos se escaparon de la realidad.
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miércoles, 9 de julio de 2008
domingo, 6 de julio de 2008
El tiempo no cura heridas.
Ya nunca segura estoy
de qué es lo que quiero...
Ya nunca segura estoy
de si tuve que vivir
como viven los otros;
momentos llenos de ebriedad,
para olvidar;
momentos llenos de locura,
para perder la razón.
Pero segura estoy
de que nunca fui como los demás.
De que solamente yo me hundía;
y me sigo hundiendo
en un mar de tristezas
y en mis propias reflexiones.
Ahora, supongo, que la vida
será más difícil...
Porque siempre que crezco
el alma se me va rompiendo
en miles de pedazos aburridos,
en miles de pedazos vencidos
por el tiempo...sólo por el tiempo.
de qué es lo que quiero...
Ya nunca segura estoy
de si tuve que vivir
como viven los otros;
momentos llenos de ebriedad,
para olvidar;
momentos llenos de locura,
para perder la razón.
Pero segura estoy
de que nunca fui como los demás.
De que solamente yo me hundía;
y me sigo hundiendo
en un mar de tristezas
y en mis propias reflexiones.
Ahora, supongo, que la vida
será más difícil...
Porque siempre que crezco
el alma se me va rompiendo
en miles de pedazos aburridos,
en miles de pedazos vencidos
por el tiempo...sólo por el tiempo.
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