¿Acaso te importo un poco
como para que me llames?
Tan sólo un "hola"... un "adiós".
Juegas con mi mente,
juegas con mi corazón.
Y juegas con mi orgullo.
Orgullo que nunca pude dejar de lado.
Y así, salí con mis ojos entumecidos.
Una vez soñé en irme,
lo sigo soñando...
Soñé en que nos fugábamos
a una casa en el campo...
Y caminábamos en las horas matutinas de nuestros días,
mientras nos acariciaban las flores,
mientras en cada segundo me robabas un beso y un "te amo".
Sigo pensando en lo injusto de tu frialdad.
Sigo pensando en qué haré frente a esta situación.
No sé si sigue existiendo esa pasión.
No sé si quiero seguir existiendo.
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